12.6.09

cómotraeselmundoabajo.

yo no le quería contar que seguía, yo sabía que pasaría. no, en realidad no. habiamos discutido varias veces acerca de eso, pero continuabamos dejándolo de lado, ya que pensamos que no nos haría más daño. pero debo confesar que, personalmente, sigue haciendome más daño que nada. entre nuestras idas y venidas, habiamos olvidado algo dentro de las ramas: a nosotros; al menos, nos dejamos a mí. yo estoy segura de eso, porque en ese punto de encontrarnos a escondidas, yo ya no me encuentro. dejé mi risa y mis comentarios sin miedo, los cambié por un par de risas coquetas y una que otra palabra de sus labios, nada más que eso. no tiene sentido. pues no. él montaba sus escenarios distintos a los demás, iluminados con la clandestinidad que nos caracterizaba de un tiempo a esta parte, y por más que intentaba, de mis labios no salía palabra. aunque en el fondo yo decía, me he quedado aquí, sigo aquí contigo, él no lo entendía, pues él ya se estaba yendo. y cómo le digo ahora que de ser por épocas, yo ya no sé si sigo queriendo el tiempo? cómo le explico que ya no sé si con las palabras me basta, porque el silencio dejó de ser suficiente un tiempo atrás, en esa carretera cuando me marcaste el hombro para no irme caminando bajo el sol.

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