5.11.09

no, no, no.

Pero tuvo el antojo de jugar
hacer conmigo una excepción
y, primero, nos fuimos a bailar
y, en mitad de un "te quiero" me olvidó.

Pero quiso una noche comprobar
para qué sirve un corazón
y prendió un cigarrillo y otro más
como toda esperanza se esfumó.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario